Ayer fue presentado el estratega charrúa que estará a cargo del plantel crema a lo largo del año. Llegó conociendo el club vía las palabras de Gregorio Pérez tras varias conversaciones y ya los vio en el campo de juego en la goleada de 3-0 sobre Cantolao el último domingo.
“Mi estilo es bastante pragmático”, acepta. Algo que ya se sabía con declaraciones de él mismo en sus clubes pasados y de colegas uruguayos. “No es un técnico de buen fútbol, pero sí efectivo. Sus equipos no juegan tan bien, pero ganan”, nos confirma Enrique Arrillaga, de “El País” de Uruguay, donde Gutiérrez logró dos títulos nacionales, el último en el 2019.
“Es el entrenador ideal para Universitario”, acepta Jean Ferrari. “Por las características de la ‘U’, nos vamos a llevar bárbaro. A mí me gusta que corran, que metan, que peleen, eso es lo primero, el abecé del fútbol y de ahí derivan las otras cosas”, responde a el El Comercio cuando se le recuerda que la garra es la característica principal del cuadro crema.La llegada de Gutiérrez a Lima. (Video: Sharles Hernández)https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.498.1_es.html#goog_18075804480 seconds of 1 minute, 29 secondsVolume 90%
Así, por la tarde acudió a Campo Mar para su primer entrenamiento con el plantel. Trabajará junto a Mario Picón (asistente), Gabriel Gutiérrez y Santiago Giarrusso como preparadores físicos. El último domingo dirigió Manuel Barreto, quien volverá a su trabajo en las divisiones menores.
Proyecto juvenil
El futuro de un club está en sus menores no solo por el aporte en cancha, sino por lo que significa que lleguen a emigrar en los próximos años. En Universitario existen varios proyectos y ya el nuevo técnico alabó el trabajo de Piero Quispe (20 años), habilidoso volante que ha aparecido en gran forma desde el año pasado. “Se le vio muy vivaz, encarador. Es un joven que tiene buenas capacidades”, asegura.
Sin embargo, el nuevo técnico tendrá que buscar más en los juveniles para poder cumplir con la bolsa de minutos –1.785 en el año– con jugadores de la categoría 2002 en adelante, es decir, menores de 20 años. Si bien aseguró que no está de acuerdo con la medida –”No soy de la idea de que por ser juvenil debe jugar”, dice–, no le corre al reto de apostar por los menores. “No tengo miedo de jugar con juveniles. Muchos de los que ascendí están en Europa o en la selección”, asegura y desde Uruguay nos corroboran la información.