El papa emérito, Benedicto XVI, falleció este 31 de diciembre, a los 95 años, y la semana entrante será su funeral. Este se llevará a cabo el 5 de enero en la plaza de San Pedro y será presidido por el papa Francisco desde las 9:30 a.m. (hora de Roma).
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha informado que el funeral se llevará a cabo con «sencillez», tal y como pidió en vida el papa retirado. Antes de eso, el cuerpo de Joseph Ratzinger será velado desde el 2 de enero en la basílica de San Pedro. Ya había recibido la unción de los enfermos la tarde del 28 de diciembre en el monasterio Mater Ecclesiae, donde residía en Ciudad del Vaticano.
Benedicto XVI pasó a la historia como el papa que renunció al cargo tras 600 años de no darse ese acontecimiento. La última vez que ocurrió fue con el papa Celestino V en 1294. En un resumen de su pontificado, Ratzinger señaló: Hubo días de sol y ligera brisa. Pero también otros en que las aguas bajaban agitadas, el viento soplaba en contra y Dios parecía dormido». Esas palabras las dijo en alusión a los «cuervos» que conspiraban en su contra dentro de la Iglesia.