La guerra en Ucrania, dada la invasión rusa, tendría impactos comerciales indirectos para el Perú. En el mediano plazo, el conflicto provocaría una recuperación económica post covid más lenta del país sudamericano y redefiniría su relación con China, explicaron cuatro analistas a Forbes.
Maíz Amarillo y Trigo
Para empezar, una eventual toma de los principales puertos del Este por parte de Rusia (Sebastopol y Odessa) afectaría las exportaciones de maíz amarillo duro y trigo de Ucrania. Ello podría causar un alza de ambos comodities, explicó Anthony Medina, director de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Según el catedrático, ese pronóstico se sustenta en que Ucrania es uno de los principales productores del mundo de estas materias primas, con alrededor del 15% de los inventarios.
De hecho, en el Perú, el maíz amarillo duro y el trigo lideran las importaciones de productos agrícolas, de acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú. Según datos de aduana oficiales, procesados por la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex), el año pasado Perú importó US$1.072 millones de maíz y US$617 millones de trigo, 44,86% y 9,44% más, respectivamente, que en 2020.
“[La guerra en Ucrania], en el corto plazo, podría producir un estancamiento de esos dos productos. Esto generaría algún tipo de especulación y subida de precios en el mediano plazo”, dijo Medina, quien es también miembro del Foro Peruano de Relaciones Internacionales. El analista agregó que este escenario también podría conducir a un incremento de los costos en las industrias panificadora y avícola.
Al respecto, el economista César Fuentes, consideró probable que las empresas importadoras de ambos insumos en Perú se hayan blindado ante un eventual alza de los precios internacionales y los hayan adquirido con anticipación. Esta estrategia permitiría retrasar un aumento de los costos, dijo Fuentes.
“Por lo general, el precio que recibimos hoy es probablemente el precio de compra de hace tres meses. Lo que van a hacer [los gerentes de compras y financieros] ante esta [eventual] subida [de precios del maíz amarillo duro y el trigo] es postergar compras para evitar, justamente, que tengan un costo mayor”, analizó.
Las importaciones rusas
Las importaciones provenientes de Rusia, compuestas sobre todo por fertilizantes agrícolas, podrían verse afectadas por las sanciones a cinco entidades bancarias impuestas por Estados Unidos (entre ellas, Sberbank, VTB, Otkritie y Sovcombank). Según Medina, este efecto negativo sería consecuencia del congelamiento de pagos por parte de los compradores que usan estos bancos por las sanciones de la guerra en Ucrania. De hecho, se estima que las sanciones estadounidenses alcanzan al 70% del sistema financiero ruso.
Cabe anotar que tanto Estados Unidos como la Unión Europa evalúan si bloquearán a Rusia del sistema internacional de datos bancarios Swift (para transferencias entre países). Por otro lado, de prolongarse el clima bélico, este podría afectar las exportaciones peruanas de productos perecibles, como los agroindustriales, ya que en dicho contexto estos pasan a segundo plano de la demanda, dijo Juan Carlos Ladines, especialista en relaciones internacionales de la Universidad del Pacífico.
Los principales productos exportados a Rusia son uvas, paltas y calamares y pota congelados. El año pasado se despacharon US$23,64 millones, US$23,55 millones y US$19,49 millones de cada uno, informó Comex.
Ante la incertidumbre y ruido político mundial, Fuentes también prevé una tendencia al incremento de los precios del barril del petróleo y una postergación de la implementación de políticas monetarias restrictivas (incremento de las tasas de interés) hacia el tercer trimestre de este año y no –como esperaba el mercado– este trimestre.
“Este efecto, si continúa [el conflicto en Ucrania] , tranquilamente puede bajarle medio punto de PBI a la economía”, estimó en relación a la proyección de crecimiento del PBI del Ministerio de Economía y Finanzas.
La diplomacia con China
Un tema no menos sensible que plantea la guerra en Ucrania es el vínculo con China, principal socio comercial del Perú, subrayó el internacionalista y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Oscar Vidarte.
Vidarte explicó que, en este momento, China está asumiendo un rol negociador y a favor de la diplomacia en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, también es posible que China se alinee completamente con el Kremlin.
“[Bajo ese supuesto], la cosa es más complicada para el Perú, porque China sí es un socio comercial importante [para el país]. En ese escenario, que todavía no se configura con claridad, el Perú sí vería mucho más complicadas sus decisiones”, reflexionó.
Para Vidarte, a China le convendría solo dar un respaldo indirecto a Rusia y mantenerse en el rol negociador, pues –según Vidarte– despejaría de Asia la influencia estadounidense. “Lo que va a terminar pasando –y creo que va a ser un efecto inmediato– es que los intereses de Estados Unidos en Asia, sobre todo estratégicos, van a moverse hacia Europa.
El hecho de que la presencia estadounidense en Asia pase a un segundo o tercer plano de importancia frente Europa, le favorece a China, porque [el gigante asiático] quiere tener mayor control del mar del sur, donde tiene problemas”, agregó.
¿Qué rol debería asumir Perú ante China?
Al respecto, Vidarte opinó que le convendría mantenerse en un rol de no alineamiento activo. “Bajo la premisa de un alineamiento activo, el Perú podría ser más cauto. Al comienzo trató de serlo, al final se decidió, tomó posición”. Dijo en referencia al comunicado de la Cancillería sobre la invasión que reiteró su llamado a cesar todas “las violaciones al alto al fuego en Ucrania”. Sin embargo, es importante mencionar que en ese comunicado el Gobierno de Pedro Castillo no mencionó a Rusia ni condenó su accionar.
“El Perú podría ser mucho más cauto frente a la guerra en Ucrania, pidiendo, por ejemplo, el uso de la diplomacia y el no uso de la fuerza. Eso desde una mirada fría y en función de los intereses del Perú”, reparó el analista.