Luego de terminado el trabajo de la semana, los periodistas de IDL Reporteros, y miembros de IDL, se marcharon dejando cerrado el local. Según todo parece indicar, habían sido observados y vigilados por gente todavía no identificada, que transmitió la información a un grupo operativo que se encaminó entonces a su objetivo.
A las 7:33 de la noche, un auto Honda Accord, color plata, con sunroof y una abolladura en el lado de la llanta trasera derecha, bajó por Santa Cruz y tuvo que detenerse por la luz roja del semáforo en el cruce de esa avenida con Pardo y Aliaga. Con luz verde, dobló por Pardo y Aliaga, enfiló hacia la av. Conquistadores, pero una cuadra antes dio la vuelta en U y se aparcó en la acera contigua al colegio María Reina Marianistas.
El conductor hizo lo que se enseña a quienes quieren caletear su estacionamiento: bajó, revisó las llantas, abrió la maletera. Entonces llegó otro auto por la misma vía.
Era un Audi A4, color negro, que dio también la vuelta en U y se cuadró cerca del Honda Accord. El conductor del Accord conversó con las personas que se encontraban dentro del Audi y, poco después, bajó de este un individuo (el que se ve en la foto) que salió caminando hacia el cruce con Santa Cruz, cruzó a la vereda de enfrente y bajó por Pardo y Aliaga hacia IDL.
Al llegar a este local, ese individuo tocó el timbre, como buscando corroborar si la institución estaba completamente vacía. Nadie le contestó. Luego caminó de regreso a la esquina con Santa Cruz, pasó a la vereda del frente y le hizo señas a la gente del Accord.
Entonces empezó la acción. El individuo que había hecho una exploración táctica del escenario, desandó el camino, volvió hacia Santa Cruz y pasó al frente. Se quedó en la esquina, a unos 20 o 25 metros del ingreso a IDL.
El Honda Accord dejó su posición, avanzó varios metros, hacia la intersección con Santa Cruz y aparcó de nuevo. A la vez, otro individuo salió del Audi, caminó unos metros en dirección a Conquistadores, cargando un morral, cruzó la avenida y enrumbó hacia el local de IDL Reporteros.

Al igual que la otra persona, el individuo con el morral tocó de nuevo la puerta y esperó un rato sin tener respuesta. Se apartó un poco, habló por celular y luego se acercó a la puerta de la verja de IDL. Se inclinó sobre la cerradura, metió, parece, una tarjeta que abrió en un segundo la puerta. El individuo la dejó junta, se apartó y aguardó observando la avenida.
Entonces, el Honda Accord se movilizó. Avanzó hacia el cruce e intentó dar la vuelta en U. No pudo hacerlo en una sola maniobra y mientras retrocedía, el primer individuo caminó con paso más rápido hacia la puerta de IDL.
Antes que llegara lo pasó el Honda Accord, que sobreparó cerca de la esquina, se montó en un lado de la vereda y prendió las luces de estacionamiento.

Entre tanto, el primer individuo llegó a la puerta de IDL. Recibió el morral del otro, empujó la puerta y caminó con paso rápido hacia la puerta auxiliar de IDL, mientras metía la mano en el morral.
De este sacó una pata de cabra delgada, la introdujo cerca de la cerradura y palanqueó con fuerza. La cerradura se dobló y saltó, la madera crujió y se fragmentó cerca del palanqueo de la pata de cabra.
La puerta estaba abierta y el individuo entró. El segundo se paró frente a la puerta, más como contención que como campana. Unos metros adelante, el Honda Accord esperaba con luces de estacionamiento y faros prendidos. Al frente, el Audi 4 cubría visualmente todo el ingreso.
El intruso ya estaba dentro del pasadizo auxiliar de ingreso a IDL, pero entonces empezaron los problemas. Escuchó los pitidos inconfundibles de una alarma que marca los segundos antes de que ululen sus sirenas, si no se la desactiva a tiempo.
El ladrón no llegó a ingresar a ningún área de importancia de IDL-Reporteros. Llegó pronto a la conclusión de que no tenía posibilidades de desactivar la alarma y decidió salir.
A los 45 segundos de haber ingresado, el ladrón salió a paso rápido de la casa, cruzó la puerta, habló con el campana/contención y ambos caminaron, con aparente calma, hacia el Honda Accord plata. Lo abordaron y el auto recorrió una cuadra hacia Conquistadores, dio la vuelta en U y paró junto al Audi A4. Ahí por lo menos uno de los ladrones pasó del Accord al Audi.
Ambos autos salieron hacia el cruce con Santa Cruz. El Audi paró y se mantuvo en distancia táctica, listo para el escape con chirrido de ruedas. No fue necesario.
Mientras la alarma del IDL aullaba, el Honda Accord siguió de frente y salió, por ahora, de la historia. El Audi A4 giró, en cambio, por Santa Cruz, llegó al Óvalo Gutiérrez, siguió por Conquistadores y dobló a la derecha por Pardo y Aliaga. Estacionó junto al María Reina, en donde hay una buena vista del IDL.
Fuente: IDL Reporteros