El pasado 12 de agosto, el presidente Pedro Castillo y su esposa Lilia Paredes aparecieron juntos en la región San Martin para liderar la entrega de más de mil títulos de propiedad.
Hace más de 10 días que no se veía públicamente a la primera dama en un evento junto al presidente Castillo. Da la casualidad que su salida de Lima se da luego que se voceara su posible detención. Lilia Paredes estaría a un paso de correr la misma suerte de su hermana menor, Yenifer Paredes, hoy detenida preliminarmente por los presuntos delitos de organización criminal y lavado de dinero.

“A diferencia de otros casos en que está siendo investigado (el presidente) Pedro Castillo, aquí específicamente hablan de su núcleo familiar”, señaló el periodista de El Comercio, Rodrigo Cruz.
En esta misma historia también está involucrada la primera dama, Lilia Paredes. Es sindicada de ser la coordinadora de una organización enquistada en palacio de gobierno, cuyo propósito sería utilizar empresas de fachada para obtener licitaciones de obras de manera fraudulenta en las provincias de Cajatambo, en Lima; y Chota, en Cajamarca.
De acuerdo a la tesis fiscal, el 8 de agosto del año pasado, Lilia Paredes autorizó el ingreso a palacio de gobierno del detenido empresario Hugo Espino para que se reúna con su hermana menor, Yenifer Paredes. Esta ultima le confeso a la fiscalía que Lilia Paredes tenia conocimiento de este encuentro a puerta cerrada en el que se habría coordinado el direccionamiento de las obras.
Pero esa vez no fue la única que el empresario Hugo Espino ingresó a la casa de Pizarro, Lilia Paredes habría sido su intermediaria en palacio y le habría programado reuniones desde agosto hasta octubre del año pasado. Producto de todo esto, el 1 de octubre la empresa de Hugo espino logró un contrato por casi 4 millones de soles.
Pero esto no sería lo único que le llamó la atención al equipo especial de fiscales contra la corrupción. Días después, el 6 de octubre, Walther Paredes, hermano de la primera dama, transfirió 20 mil soles a la cuenta de Anggi Espino, hermana de Hugo Espino.
Y el 26 de octubre, David Paredes, el otro hermano de la primera dama, también transfirió 70 mil soles a la cuenta de Hugo Espino. Para la fiscalía, tanto Hugo Espino como Anggi Espino son sindicados como testaferros.
“Si es que uno de ellos decide hablar y admitir que han sido testaferros y sus empresas han sido de fachada, el caso pasaría a ser gravísimo, no solo para la primera dama (Lilia Paredes), sino para el presidente (Pedro Castillo)”, alertó el periodista de El Comercio, Rodrigo Cruz, quien, además, agregó que no es casual que el gobierno haya intensificado un discurso con agresividad en medio de este contexto de crisis política.
Cruz considera que el caso de Lilia Paredes es más delicado, e incluso, que el de la ex primera dama, Nadine Heredia, actualmente procesada por el caso Odebrecht.
A diferencia de Pedro Castillo, Lilia Paredes no goza de inmunidad, y por más que tenga arraigo y su abogado asegure que no hay peligro de fuga, nada está dicho, menos en un entorno que tiene hasta a un exministro como Juan Silva prófugo de la justicia.
Informa: Johana Huallpa.