Un reciente reportaje del portal Ojo Público recoge los testimonios, videos, imágenes, manuales policiales y necropsias que exponen graves vulneraciones a los derechos humanos durante la represión policial en las protestas, sobre todo en el sur del país.
Nelly Luna, directora periodística de Ojo Público, señaló que el reportaje recoge “desde testimonios de víctimas, testimonios de manifestantes, de familiares de personas que murieron durante las protestas”.
La mayor cantidad de fallecidos se produjo en los enfrentamientos en el intento de toma de aeropuertos en el sur. Luna aseguró que “hay evidencias de que hubo disparos. Directamente hacia el tórax, la cabeza o el cuello hacia los manifestantes de parte de las fuerzas del orden”.
En las necropsias a las que Ojo Público tuvo acceso, realizadas a ocho de los diez jóvenes que fallecieron en Ayacucho, señalan que todos estos fueron causados por proyectiles de arma de fuego. En seis casos, estos impactos fueron en el tórax, cráneo y abdomen.
“Se han usado durante el control de las manifestaciones armas letales. Esto, por parte de los militares a pesar de la recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de que no participen las FF.AA. en el control interno. Y no haya uso de este tipo de armamento”, indicó Luna.
En las protestas también se registraron disparos de fusiles AKM y galil. Estas últimas armas fueron empleadas por personal del Ejército en Ayacucho. Además, se evidenció que los disparos llegaron directamente hacia el cuerpo de los manifestantes.
“Se ha documentado denuncias que ya venían desde diciembre del año pasado. El uso de helicópteros para desde ahí empezar a arrojar bombas lacrimógenas”, afirmó Luna.
Agregó, “hasta en el último paro más fuerte, que fue el de Juliaca, se continuaron usando”.
Otra irregularidad que se ha presentado, son los allanamientos a domicilios sin autorización alguna. Justificando este actuar en el marco del Estado de Emergencia a nivel nacional.
Los manifestantes que fueron detenidos denunciaron abusos policiales, desde maltratos verbales hasta severos golpes. Además, Luna confirma que existe un aura de persecución contra los testigos y denunciantes ante la prensa.